Si alguna vez te has preguntado cómo es un día conmigo, te cuento que está lleno de movimiento, risas y por supuesto, velas! 😅 Ser mamá, emprendedora y creativa a la vez es todo un desafío, pero me encanta cada segundo. Acompañame a recorrer un día en mi vida…
Amanecer con propósito
Mi día empieza temprano cuando la casa todavía está en calma. Disfruto de unos minutos de paz antes de que mis dos pequeñas princesas se despierten. Es el momento perfecto para mi rutina de cuidado de la piel, un pequeño ritual que me ayuda a conectarme conmigo misma y prepararme para lo que venga. Después, cuando mis dos pequeñas se levantan todo gira alrededor de ellas.
Mañanas en modo mamá
Las mañanas son 100% para mis hijas. Desde preparar el desayuno, ayudarlas con sus cosas y compartir tiempo juntas. Siempre me aseguro de que se sientan acompañadas y presentes, ya que son momentos que no volverán. Me gusta aprovechar esos ratos para jugar, charlar y a veces, hacer alguna actividad creativa con ellas antes de que se vayan a la escuela.
Tardes de trabajo y creatividad
Una vez que dejo a las chicas en la escuela por la tarde es mi momento de concentrarme en Mariquena Velas. Es cuando mi parte creativa se activa al máximo. Ya sea diseñando nuevos modelos de velitas para souvenirs, preparando pedidos o grabando tutoriales, siempre hay algo emocionante por hacer. También uso este tiempo para planear y experimentar con ideas nuevas para el negocio. Me encanta dedicarle todo mi enfoque a mi emprendimiento. Saber que cada vela que hago tiene un toque especial y puede formar parte de los momentos importantes de otras personas, me motiva a seguir innovando.
Reencuentro familiar
Cuando cae la tarde y mis hijas vuelven de la escuela solemos relajarnos un poco, mientras esperamos que mi esposo regrese del trabajo. Finalmente podemos disfrutar los cuatro juntos. Son momentos de tranquilidad, donde nos ponemos al día, compartimos la cena y a veces hasta planificamos alguna actividad en familia para el fin de semana.
Soñar en grande
Cuando la casa se calma nuevamente y las niñas se van a dormir, aprovecho esos últimos minutos para soñar. Pienso en todo lo que quiero lograr con Mariquena Velas, en las nuevas ideas que puedo traer y en cómo seguir conectando con vos, que siempre me apoyás.
Porque aunque el día sea agitado, los sueños no descansan, y cada día es una nueva oportunidad para crecer.
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